DIEZMO
Todos alguna
vez nos hemos preguntado justo en el momento en que en plena misa pasan
recogiendo el diezmo, si realmente está bien distribuido y aplicado en lo que
debería usarse, si es obligatorio, de donde proviene su origen ,etc., etc.
Bueno empezaremos
analizando sus orígenes.
El diezmo
tanto en su simbología griega como hebrea significa: la décima parte de algo.
En el antiguo
testamento el diezmo bíblico era una ordenanza de la Ley mosaica para uso y
beneficio de la nación de Israel, la totalidad de este diezmo se entregaba a la
tribu de Levi, primero a cambio de no tener herencia de territorio, y segundo,
a causa del servicio rendido a sus hermanos, siendo de la casa levítica de
Aarón, pues eran los únicos que servían como sacerdotes. A su vez, un décimo
del primer diezmo era entregado por lo levitas a los sacerdotes que ministraban
en el altar.
Lo que es
sorprendente es que los pobres no entregaban diezmo, sino que recibían del
diezmo, ya que se esperaba que los pobres
dieran ofrendas voluntarias lo mejor que podían.
A la caridad
estamos obligados todos, ya que los que tiene mucho deben contribuir con más,
que los que menos tienen, cada uno con nuestras posibilidades, debemos socorrer
a los que menos tienen.
Según el
Derecho canónico nos menciona 222 1. Los fieles tienen el deber de ayudar a su
iglesia en sus necesidades, de modo que disponga de lo necesario para el culto
divino, las obras de apostolado, y de
caridad, y el conveniente sustento de los ministros.
2. también
tiene el deber de promover la justicia social, así como, recordando el precepto
del Señor, ayudar a los bienes con sus propios bienes.
Lucas 6:38. “Den,
y se les dará, se les echará en su delantal una medida colmada, apretada y
rebosante. Porque con la medida que ustedes midan serán medidos ustedes.”
2 Corintios 8:12.
“…. Si hay entusiasmo, cada uno es bien recibido con lo que tenga, y a nadie se
le pide lo que no tiene. No se trata de que otros tengan abundancia y que a
ustedes les falte, sino de que haya igualdad. Ustedes darán de su abundancia lo
que a ellos les falta, y ellos, a su vez, darán de lo que tienen para que a
ustedes no les falte. Así reinara la igualdad. Lo dice la escritura: Al
que tenía mucho no le sobraba y al que tenía poco no le faltaba.”
Tenemos en 2-
Corintios 9: 6. “miren: el que siembra con mezquindad, con mezquindad
cosechará, y el que siembre sin calcular, cosechará también fuera de todo
cálculo. Cada uno dé según lo que
decidió personalmente, y no de mala gana o a la fuerza, pues Dios
ama al que da con corazón alegre. Y poderoso es Dios para bendecirles
de mil maneras, de modo que nunca les falte nada y puedan al mismo tiempo cooperar
en toda obra buena.”
En Lucas 21. La
ofrenda de la viuda. “Jesús levantó la mirada y vio a unos ricos que
depositaban sus ofrendas en el arca del tesoro del templo. Vio también a una
viuda muy pobre que echaba dos moneditas. Entonces dijo: En verdad les digo que
esa viuda sin recursos ha echado más que todos ellos, porque todos esos han
dado de lo que les sobra, mientras que ella, no teniendo recursos, ha echado
todo lo que tenía para vivir.”
Desde un punto de vista personal, debería
darse a conocer sus orígenes para que las personas conozcan el origen del
diezmo, y le den la importancia que requiere, que no se trata de dar lo que nos
sobra.
Al igual que
muchos de ustedes, me preguntaba al final de cada misa, si valía la pena
darlo, si podían obligarnos a
entregarlos, que tan importante resultaba…
Finalmente
después de analizarlo y leer un poco sobre este tema, comprendo que
efectivamente debemos contribuir al diezmo, no tomándolo como una obligación,
si no como un deseo genuino interior de dar un poco de lo mucho que recibimos a
diario.
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